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Sobre el establecimiento de la enseñanza correcta para asegurar la paz en la tierra - el primero de los cinco grandes tratados de Nichiren - podemos leer los siguientes fragmentos:
Si miramos a nuestro alrededor, vemos que el sol y la luna siguen desplazándose en sus órbitas, como de costumbre, y que los cinco planetas mantienen su curso habitual. Los tres tesoros del budismo están vigentes, y el período de los cien reinados aún no ha terminado. Pero entonces, ¿por qué el mundo ha caído en la decadencia, por qué las leyes del estado han perdido validez? ¿Qué anda mal? ¿Cuál es el error que aquí se ha cometido?
[...]
Cuando un hombre abandona la vida familiar y entra en el Camino del budismo, es porque anhela lograr la Budeidad mediante las enseñanzas del Buda. Pero en esta época, los intentos de conmover a las deidades fracasan, y las apelaciones al poder de los budas no dan resultado. Cuando observo con detenimiento el mundo actual, veo gente que se entrega a la duda por la falta de comprensión correcta [de los sacerdotes eminentes]. El pueblo alza los ojos al cielo y da voz a su frustración, o vuelve la mirada a la tierra y se hunde en un abismo de desesperanza.
Con los limitados recursos que están a mi alcance, me puse a analizar esta cuestión en profundidad, y a leer algunas escrituras en busca de respuestas. El pueblo de hoy vuelve las espaldas al bien y jura lealtad al mal. Por esta razón, las deidades benevolentes han abandonado el país y han partido en masa; y por este motivo, los venerables se marchan para no regresar. En su lugar, acuden demonios y funciones negativas, y se producen catástrofes y calamidades. No puedo callar ante esto que ocurre, ni silenciar mi temor.
Su respuesta no tiene desperdicio. No quiero revelar a nadie la totalidad de la misma. Os animo a leer el tratado si os resulta de interés, pero sí hay cosas a seguir compartiendo:
Siento que los hombres, a su paso por este mundo, temen lo que habrá de depararles el destino en su próxima existencia. Por eso, depositan su fe en doctrinas distorsionadas y rinden culto a enseñanzas erróneas. Me angustia que estén tan confundidos con respecto al bien y al mal, y al mismo tiempo me da mucha lástima que, habiendo abrazado el budismo, hayan escogido la escuela incorrecta. Con la fuerza de la fe que arde en su corazón, ¿por qué tienen que dar crédito a doctrinas distorsionadas, con tal desaprensión? Si, en lugar de apartar las ilusiones a las que tanto se aferran, siguen albergando conceptos equivocados, rápidamente tendrán que abandonar el mundo de los vivos para caer, con toda certeza, en el infierno del sufrimiento incesante.
[...]
[...] Qué lástima, que la gente salga del portal de la enseñanza correcta para internarse tan profundamente en la prisión de estas doctrinas desviadas! ¡Qué estupidez, que tengan que caer uno tras otro en las trampas de estas doctrinas malignas y deban permanecer atrapados durante tanto tiempo en esta red de enseñanzas contrarias a la Ley! Se extravían en su fétida bruma y se hunden en las intensas llamas del infierno. ¿Quién podría no angustiarse? ¿Quién podría no sufrir?
Por eso, debe modificar enseguida los principios que abriga en su corazón y abrazar el único vehículo verdadero, la única buena doctrina [del Sutra del loto]. Si lo hace, los tres mundos se convertirán en tierra de Buda, y ¿dónde se ha visto que una tierra de Buda decline? Cada región de las diez direcciones podrá ser un reino de tesoros, y ¿dónde se ha visto que un reino de tesoros sufra daños? Si vive en un país a salvo del perjuicio y de la decadencia, su cuerpo hallará paz y seguridad, y su espíritu conocerá el solaz de la calma, lejos de toda aflicción. ¡Debe creer en mis palabras; debe tener en cuenta lo que digo!
