La ontología Sarvāstivādin [2] o teoría de las dos verdades plantea dos posturas fundamentales:
1) La postura que afirma que la realidad definitiva consiste en unidades de espacio irreducible (por ejemplo, átomos de la categoría material) y unidades de tiempo irreducible (por ejemplo, instantes [puntos] de conciencia) de las cinco categorías básicas, y
2) La postura que afirma que la realidad convencional consiste en totalidades espaciales reducibles o en continuidad temporal. Dicho de manera directa, para los Sarvāstivādin, la totalidad y la continuidad son tan solo reales de manera convencional, mientras que los átomos y los instantes (puntos) de conciencia tienen una realidad de manera definitiva.
1.1) Realidad convencional
Para entender cómo los Sarvāstivādin defienden estas dos posturas, observaremos con detenimiento sus definiciones de las dos verdades. Primero, examinaremos la verdad convencional, lo cual nos proporcionará el argumento que sostiene la segunda postura. En el Abhidharmakosa, Vasubandu define verdad/realidad convencional de la siguiente manera: "Un ente, al ser reconocida como que no surge cuando es destruida y, mentalmente dividida, es convencionalmente existente, como una olla y el agua. La existencia definitiva es de otra manera." ([AK] 6.4, Mngon pa khu 7ab) Cualquier cosa que sea, según esta definición, designado como "existente convencionalmente" es tomado como "real convencionalmente" o verdad convencional, en tanto que la idea o concepto de aquello que es, cesa de surgir cuando es físicamente destruido por medio de un martillo, por ejemplo. O bien, sus propiedades, tales como la forma, son eliminadas al ser puestas bajo análisis, por lo que terminan siendo excluidas conceptualmente. Una olla y el agua son designadas como existentes convencionalmente, por lo que son reales convencionalmente, ya que el concepto "olla" deja de existir cuando es destruido fisicamente, y el concepto "agua" no surge más, cuando conceptualmente lo despojamos de cualidades como su forma, color, volumen, etc.
[2]. La ontología Sarvāstivāda clasifica todos los objetos del conocimiento en cinco categorías básicas: materia (rupa), mentes fundamentales, mentes secundarias (caitta), fenómenos compuestos no-asociados que no son ni materia ni mente ni factores mentales (citta-caitta-viprayukta-saṃskāra) y fenómenos no-contingentes o no-condicionados (asaṃskṛta).
Comentario: Encontramos ya en este fragmento, el núcleo de la exposición del texto. Vemos, en este caso, desde un punto de vista Sarvāstivāda, que la realidad definitiva se caracteriza por una temporalidad eterna, sin comienzo ni fin, el aquí y ahora, el instante en el que surge la acción - como veíamos en este otro hilo -, la cara de la moneda en la que, esquematizando de manera provisional, la longitud del eje suññatā-paṭiccasamuppāda es igual a 0.
Por otro lado, la realidad convencional se describe como una temporalidad lineal y divisible, con principio y final, en el que pasado, presente y futuro encuentran su lugar y de la mano con este, aquellas preguntas sobre el pasado, el más allá de la muerte, etc, todo lo expresable mediante un "antes" y un "después", siendo el plano en el que encuentran su vigencia (o no), las creencias sobre el más allá, útiles en términos de "bien y mal" (hablando en terminología judeo-cristiana) o en términos de karma (hablando en términos budistas), pero que en el plano de la realidad absoluta permanecen en lo indecible, lo indeclarable, avyākata
Continuará...


