SN 2,26 Rohitassa Sutta – Discurso con Rohitassa
En Savatthi. Estando de pie a un lado, el joven deva Rohitassa se dirigió al Bienaventurado con estas palabras:
"¿Es posible, venerable señor, alcanzar por medio de un viaje el fin del mundo? ¿Ver o conocer el lugar donde nadie nace, envejece ni muere, donde no hay fallecimientos ni renacimientos?"
"Yo digo, amigo, que aquel fin del mundo, el lugar donde nadie nace, envejece ni muere, donde no hay fallecimientos ni renacimientos, no puede ser conocido, visto ni alcanzado por medio de un viaje" […].
"Sin embargo, amigo, yo digo también que sin haber llegado al fin del mundo es imposible poner fin al sufrimiento. Es precisamente en este armazón de una braza de alto, dotado de percepción y mente, donde yo he conocido el mundo, el origen del mundo, el cese del mundo y el sendero que conduce al cese del mundo."
El fin del mundo nunca puede ser alcanzado
Por medio de un viaje,
Sin embargo, sin haber alcanzado el fin del mundo,
No hay liberación del sufrimiento.
Por lo tanto, el veraz, el conocedor del mundo, el sabio,
Va hacia el fin del mundo, realizando la vida santa,
Habiendo conocido el fin del mundo, en paz,
No anhela ni este mundo ni ningún otro.
MN 140 Dhatuvibhanga Sutta – Exposición de los elementos
“Anteriormente, cuando él todavía era un ignorante, adquiría las adquisiciones y se comprometía con ellas; ahora, él las ha abandonado, las cortó de raíces, hizo de ellas como si fuera el tocón de una palmera: acabó con ellas de tal manera, que nunca jamás volverán a aparecer en el futuro. Por eso, monje, el monje que posee esto, posee el fundamento de la suprema liberación. De esta manera, monje, esta es la noble y suprema liberación llamada 'liberación de todas las adquisiciones'.
“Anteriormente, cuando él todavía era un ignorante, experimentaba la codicia, el deseo y la lujuria; ahora, él los ha abandonado, los cortó de raíces, hizo de ellos como si fuera el tocón de una palmera: acabó con ellos de tal manera, que nunca jamás volverán a aparecer en el futuro.
“Anteriormente, cuando él todavía era un ignorante, experimentaba la ira, la animadversión y el odio; ahora, él los ha abandonado, los cortó de raíces, hizo de ellos como si fuera el tocón de una palmera: acabó con ellos de tal manera, que nunca jamás volverán a aparecer en el futuro.
“Anteriormente, cuando él todavía era un ignorante, experimentaba la ignorancia y la falsa ilusión; ahora, él las ha abandonado, las cortó de raíces, hizo de ellas como si fuera el tocón de una palmera: acabó con ellas de tal manera, que nunca jamás volverán a aparecer en el futuro. Por eso, monje, el monje que posee esto, posee el fundamento de la suprema paz. De esta manera, monje, esta es la noble y suprema paz, llamada 'apaciguamiento de la avidez, aversión y falsa ilusión'.