No-dualidad de sujeto y objeto
La "identidad de los contrarios" es uno de los grandes temas del pensamiento asiático. Sin embargo, existe más de un tipo de no-dualidad, de identidad de los contrarios. Tal y como señala A. C. Graham, algunas distinciones binarias implican un tercer término, que es el genera la distinción desde el centro, tal y como ocurre con izquierda-derecha, antes-después, arriba-abajo, (Graham 1992: 211). Al mover el punto de referencia del generador de la distinción (por ejemplo, desde lo alto de la colina hasta sus pies), los contrarios son idénticos (toda cuesta arriba es una cuesta abajo, o extrayendo el factor común, arriba es abajo). De este modo, es posible concebir, intelectualmente, la identidad de los contrarios. No obstante, algunas distinciones son verdaderamente binarias y no cuentan con un tercer término escondido, como: "yo/tú", "yo/ello". Para estos casos, no hay posibilidad de desplazar el punto de referencia del generador de la distinción oculto, desde el centro, porque el generador de la distinción es parte de la distinción. Por eso, es mucho más difícil concebir la identidad en los pares "yo/ello", "sujeto/objeto." "Yo" soy el centro de mi conciencia y mi experiencia de vida; el universo es experimentado en todas las direcciones y en todas las épocas, a partir de "mí"; solo "yo", y nadie más que "yo", es el sujeto de mi experiencia, todos los demás y todas las cosas son objetos a través de los cuales, "yo" observo. ¿Qué podría significar, entonces, que "ello" y "yo" somos uno? Mientras que la identidad de la cuesta arriba y la cuesta abajo puede entenderse intelectualmente, está más que justificado, por otro lado, que digamos que la no-dualidad de "yo/ello", de "sujeto/objeto", no puede entenderse intelectualmente, sino que debe experimentarse.
Continuará...