"En primer lugar, debemos estudiar los sutra y leer, de manera reverente, las crónicas dejadas por los maestros del pasado, para concretar qué es nuestra propia naturaleza. En ocasiones, escucharás que los monjes zen no tienen por qué leer libros libros o estudiar. ¿Cuándo comenzó tal idea absurda? Es ridículo pensar que algo semejante pudiera ser cierto. Decimos, el Zen es "una transmisión separada, al margen de las enseñanzas", pero se debe tan solo a que "lo que se transmite" se encuentra más allá de las enseñanzas. Si no estudiamos primero, los sutra ni estimamos convenientemente, las crónicas de los antiguos, acabaremos todos juntos por ir en la dirección equivocada. Los antiguos maestros se aplicaban en todas las disciplinas intelectuales y estudiaban todo lo que hubiera que estudiar, pero, tan solo a través del estudio intelectual, no había manera de poder determinar "aquello" que verdaderamente era fundamental en su práctica. Fue entonces cuando pusieron su atención en el Zen. Por esto es por lo que su práctica tiene verdadera fuerza y dinamismo. Si no comprendes los principios del Budismo, no reconocerás las palabras del Dharma; sin importar cuántos años te sientes, tu zazen será completamente inútil. (Yamada 1985: 51)."
[n. del t: las negritas y subrayados son míos.]
Continuará...