Llego tarde al post y no es mi intención reactivarlo ni responder a todos los comentarios referidos al budismo de la Tierra Pura, pero sí quería decir que dicho budismo - yo solamente puedo hablar desde la perspectiva Jōdo Shinshū que es la que conozco y practico - es más complejo y sutil de lo que lo que se percibe superficialmente.
Dejo aquí, para quien sea de interés, algunos comentarios hechos por mi maestro que tratan alguna de las cuestiones que salieron:
[...] nadie nos salva, ni nosotros mismos tampoco. [...] Amida realmente no nos salva. Amida o el Namu Amida Butsu, para ser más precisos, es la confirmación de que ya estamos salvados. No hay un proceso de ser salvados a través de un poder divino, sino simplemente de darnos cuenta de lo que ya está ahí a través de una narrativa mitológica con muchas notas que apelan a nuestras emociones. Tariki [Otro Poder} no es ningún caso el poder del Buda, como un ser, es el poder del voto, es el poder de nuestra relación con el despertar, con la iluminación que lo permea todo. Es como una ley de la física, es el Dharma, es la herencia de Shakyamuni. [...] Es como seguir las estrellas en el cielo oscuro de la noche, por las estrellas nos guiamos y sabemos por dónde ir. Tariki es confiar y seguir la enseñanza del Buda. Nadie se libera a sí mismo, ni es liberado por otro. Simplemente las causas y condiciones convergen y se da ese darse cuenta, esa liberación. [...] Amida es la personificación de la enseñanza de Shakyamuni, el maestro arquetipo que no es una persona concreta, sino un principio dhármico, la enseñanza misma. Y cuál es esa enseñanza? Todos estamos ya en relación con el despertar (esa es la esencia del voto), todas las polaridades implican una relación complementaria, no de oposición. Tariki es el poder de la interdependencia, no hay más. El voto expresa de forma narrativa la interdependencia. Entonces para que Dharmakara pueda convertirse en Amida la promesa tiene que estar ya cumplida. Amida no es un ser que nos salva. Amida es la confirmación de que ya estamos asegurados del despertar. En realidad quien 'nos salva' es Dharmakara. Pero ya el proceso está hecho, cumplido, culminado. Entonces todo lo que queda es darse cuenta.
La enseñanza de la Tierra Pura es la misma que la naturaleza de Buda, pero en términos más dinámicos, narrativos, poéticos, evitando caer en la trampa de ver la naturaleza de Buda como algo intrínseco, una esencia que yo puedo 'tener'. Como dicen algunos budistas occidentales 'mi naturaleza de buda', como si fuera un alma o algo personal. Naturaleza de buda es todo, entonces el dualismo de Amida es una forma de corregir el egocentrismo que puede surgir de la enseñanza de la naturaleza de buda. Y la lógica del nenbutsu es la misma que otras escuelas que, al final, llegan a la conclusión de que simplemente un acto simple y aparentemente inconsecuente, es todo lo necesario. Porque es un recordatorio de que ya está todo hecho. Sólamente di nenbutsu, solamente siéntate en zazen, sólamente recita esto, sólamente mantén los preceptos, son todo fórmulas que nos sacan de la causalidad, de hago esto para lograr aquello, la meta y el camino están separados. No, ya está todo ahí, y ese simple acto o práctica es una mera forma de recordar, de expresar, de consumar nuestra conexión y nuestro entendimiento....
El querer entenderlo todo sí que es una cosa del ego. Cuánto más entiendes más eres conscientes de cuánto no entiendes. No llega un punto de decir ya lo entiendo todo, ya llegué, ya me lo sé. Cada cosa que vas aprendiendo sólo agudiza la consciencia de la ignorancia propia. En la India usan la imagen de las ranas que en su estanque se creen que han visto el océano, pero están en un estanquito pequeño. Y cuanto más se amplia su visión y comprensión, el estanque no se hace más grande, sino más pequeño. Por eso decimos que la sabiduría es ser consciente de la ignorancia. No sacarse la ignorancia y adquirir algo nuevo. Es ser más tú, más bonbu, y a la vez más consciente de todo ello.
