Si. Ese texto, deja muy en claro que Yasutani Roshi estaba imbuido del espíritu japonés de la época. Supongo que debía ser muy difícil quedar al margen de la corriente nacionalista en aquellas circunstancias. Puedo imaginar al pueblo japonés de los años 30 y 40, completamente subyugado por las ideas extremistas de la época, el clero budista incluido. No solo Yasutani Roshi, sino todos, salvo excepciones ( Kodo Sawaki dijo cosas parecidas). De este se dice que participó en batallas, matando decenas de chinos. Que se puede decir, de esto? Solo que es lamentable. No hay nada más que podamos decir.Junonagar escribió: ↑23 Ene 2024 00:07 Gracias por vuestros comentarios, trato de avanzar quitando maleza como en una selva, sin tener claro a donde vamos a llegar. Tratando de evitar ir cargados de prejuicios, pero al mismo tiempo siendo conscientes de que uno está condicionado por el sistema de valores del tiempo y lugar en el que vive.
Por supuesto no pretendo dibujar la figura de Yasutaní Roshi como un monstruo . Supongo que su antisemitismo era más intelectual que real, en el sentido que la población judia en el Japón de su época debió ser mínima, por lo que sus ideas debieron ser importadas (por decirlo así) de la Alemania nazi. Yasutaní Roshi era basicamente lo que hoy llamariamos un ultraconservador nacionalista, que equiparaba lo judio con influencias que el consideraba nocivas como el comunismo, o las ideas liberales, o incluso el hedonismo. Supongo que utilizarían la idea de lo judio de una forma muy similar que el regimen franquista lo utilizaba (con eso del contubernio judeo-masonico).Daido escribió: ↑22 Ene 2024 20:32
A Yasutaní Roshi lo han criticado mucho debido a ese texto. Por supuesto, es críticable. Tenía unas ideas extremistas, según se deduce. No obstante, en la realidad no era un monstruo. Philip Kapleau hablaba siempre bien de él. Philip Kapleau era judío, además. Si Yasutaní Roshi hubiese sido antisemita, como parece que lo era, según su escrito, no hubiese tomado a Philip Kapleau como discípulo, es de suponer. Ese papel tal vez lo escribió antes de que le dieran la transmisión, no lo sé. Insisto en que el kensho no convierte a una persona en un Santo, de la noche a la mañana. Tal vez ocurriera con Buda, pero con nadie más.
Consideramos por tanto que Yasutaní Roshi era un ultranacionalista en un pais como Japón donde existia un caldo de cultivo y una propaganda completamente escorada al nacionalismo exacervado en aquella época. Ideas que se presentaba personalizabas en la figura casi divina del Emperador. La cuestión principal es como conciliaba estas ideas con su planteamientos como maestro budista.
Hay un texto suyo sobre el precepto budista de no quitar vida alguna que creo es más dificil de defender:
¿Cuál debería ser la actitud de los discípulos del Buda, como Bodhisattvas Mahayana, hacia el primer precepto que prohíbe quitar la vida? Por ejemplo, ¿qué debería hacerse en el caso en el que, para eliminar diversas influencias malévolas y beneficiar a la sociedad, se vuelva necesario privar de la vida a aves, insectos, peces, etc., o, en una escala más grande, condenar a muerte a personas extremadamente malvadas y brutales, o que la nación participe en una guerra total?
Aquellos que entienden el espíritu de los preceptos Mahayana deberían ser capaces de responder a esta pregunta inmediatamente. Es decir, por supuesto que hay que matar, matar a tantos como sea posible. Uno debería, luchando duro, matar a todos en el ejército enemigo. La razón de esto es que para llevar la compasión y la obediencia filial a la perfección es necesario ayudar al bien y castigar el mal. Sin embargo, al matar [al enemigo] uno debe tragarse las lágrimas, teniendo en cuenta la verdad de matar pero no matar.
No matar a un hombre malvado que debería ser asesinado, o destruir un ejército enemigo que debería ser destruido, sería traicionar la compasión y la obediencia filial, romper el precepto que prohíbe quitar la vida. Esta es una característica especial de los preceptos Mahayana.
Aquí parece que su todo su planteamiento y practica budista quedaban completamente subordinados a su fidelidad al Estado y al Emperador.
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Naturalmente, las personas no son entes fijos. Todo eso queda en la consciencia, pero el río continúa fluyendo y se puede purificar. Cometemos errores, sin duda, pero podemos superarlos. Esos maestros no han sido siempre maestros. Al principio fueron personas defectuosas, como todos, con odio, codicia e ignorancia. Hicieron y dijeron cosas que van contra la ética. Luego, quizás se arrepintieron. De Yasutani Roshi, se dice que mantuvo ideas fascistas durante mucho tiempo. Philip Kapleau sin embargo sintió un enorme respeto por él toda su vida.
Como he dicho, la iluminación no convierte a una persona en un Santo, de la noche a la mañana. En el zen, la iluminación es el comienzo, no el final del camino. En otras tradiciones tienen otras ideas. Dicen que la iluminación hace que la persona se vuelva perfecta al instante. En la tradición zen, la iluminación es el tercer cuadro del boyero. Queda un largo camino. Recuerdo que una vez le pregunté a Philip Kapleau, cuando termina el entrenamiento zen? Nunca! Fue su respuesta inmediata.
Saludos