Este hilo pretende ser una reflexión serena sobre la cuestión de la desmitificación de los maestros. Mi intención es tratar de entender las aparentes contradiciones de demasiados maestros, que en principio habría alcanzado algun tipo de realización, pero que luego tenían actitudes, opiniones,y acciones que podriamos llamar (de forma muy benevolente) como muy discutibles.
Pensemos por ejemplo en Hakuun Yasutani, fundador de la escuela Sanbō kyōdan, y bastante conocido por la labor que tuvo en dar conocer el budismo zen en occidente.
Por su biografia sabemos que comenzó el entrenamiento con koanes en 1925, cuando tenía cuarenta años, bajo la guía de Harada Sogaku, (tambien este maestro saldrá probablemente en algún momento durante el desarrollo del hilo) un Rōshi de la tradición Sōtō que también había completado un currículo de koanes Rinzai. Dos años después, alcanzó el kensho, según lo reconocido por Harada. Concluyó su estudio de koanes cuando tenía poco más de cincuenta años y recibió la transmisión del Dharma en la tradición Soto de manos de Harada en 1943, a la edad de cincuenta y ocho años.Por un breve período, fue el responsable de una sala de entrenamiento cuando estaba en Zuigan-ji, en el norte de Japón. Según la opinión de Yasutani, la práctica del Zen Sōtō en Japón se había vuelto bastante metódica y ritualista. Yasutani sentía que faltaba práctica y realización. Abandonó la secta Sōtō y, en 1954, cuando ya tenía 69 años, fundó Sanbō Kyōdan su propia comunidad de practicantes del Zen.
Yasutani viajó por primera vez a los Estados Unidos en 1962, cuando ya tenía setenta años. Se hizo conocido a través del libro "Los Tres Pilares del Zen", publicado en 1965. Fue compilado por Philip Kapleau, quien comenzó a estudiar con Yasutani en 1956. Contiene una breve biografía de Yasutani y sus Conferencias Introductorias sobre el Entrenamiento Zen. Estas conferencias fueron unas de las primeras instrucciones sobre cómo hacer zazen publicadas en inglés.
Este ejemplo de vida dedicada al zen contrasta con algunos de sus textos polémicos (basta comentar que mi traductor automático me señala en rojo alguna traducción como inapropiado). Una breve muestra:
"Todos deben actuar de acuerdo con su posición en la sociedad. Aquellos que están en una posición superior deben compadecerse de aquellos que están por debajo, mientras que aquellos que están por debajo deben reverenciar a los que están arriba. Los hombres deben cumplir con el camino de los hombres, mientras que las mujeres observan el camino de las mujeres, asegurándose absolutamente de que no haya la más mínima confusión entre sus roles respectivos. Por lo tanto, es necesario derrotar completamente la propaganda y estrategia de los judíos. Es decir, debemos señalar claramente la falacia de sus malas ideas que defienden la libertad e igualdad, ideas que han dominado el mundo hasta el día de hoy."
"Debemos ser conscientes de la existencia de las enseñanzas demoníacas de los judíos que afirman cosas como [la existencia de] igualdad en el mundo fenoménico, perturbando así el orden público en la sociedad de nuestra nación y destruyendo el control gubernamental. No solo eso, estos conspiradores demoníacos sostienen la ilusión arraigada y la creencia ciega de que, en lo que respecta a la naturaleza esencial de los seres humanos, hay, por naturaleza, diferenciación entre superior e inferior. Están atrapados en la ilusión de que ellos solos han sido elegidos por Dios y, por lo tanto, son un pueblo excepcionalmente superior..."
De este tipo de aparentes contradicciones salen muchas preguntas: ¿por que desde el mundo del zen se ha preferido ignorar a menudo ignorar estas partes más grises de los maestros? ¿es contradictorio con el dharma o con el zen tener determinadas visiones políticas que pueden llevar a legitimar la violencia? ¿Hasta que punto este tipo de apegos tan fuertes a nivel ideológicos no es contradictorio con la via del zen?