Vipassana, visión clara: ese gran incomprendido
- tao.te.kat
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Re: Vipassana, visión clara: ese gran incomprendido
En Theravada tradicionalmente vipassana se ejerce típicamente en meditación y se basa en la propuesta de, usando los skandhas del Canon Pali profundizar en la realización de Anatta, pidiéndote que busques ese supuesto sujeto en cualquier skandha para no encontrarlo. Vipassana de libro. Hay visión y hay indagación.
Luego, también en budismo a veces algunos practicantes asumen que Anapanasati, es decir meditar siguiendo la respiración, es vipassana. Es una idea muy exótica. No lo parece. Es samatha y bastante puro, además al seguir la respiración tendemos a calmarla, así que será bastante samatha, incluso demasiado, normalmente suele ser una forma de meditación que nos relajará en exceso, es de esas meditaciones en que si vas justo de sueño te puedes dormir. Pero es una buena técnica samatha si estamos algo excitados. Nada vipassana, aunque de nuevo, vipassana no es la forma, es la actitud. Si uno examina su respiración indagativamente podría ser vipassana, lo que no tengo claro es que podría buscarse ahí. ¿La ausencia de yo respirando?
Quizá, pero sinceramente, Anapanasati no parece un buen soporte para vipassana y soy consciente que muy a menudo se afirma lo contrario. Y sobre todo, como hemos dicho antes, si no tienes claro que estás buscando confirmar (la visión) entonces no puede ser vipassana por definición.
Las formas vipassana de Mahamudra son también bastante convencionales, y siguen el mismo patrón que en Theravada, simplemente cambiando la visión, el planteamiento, a ideas Mahayana en que lo fundamental suele ser el entendimiento de la mente com vacía y sin yo. Es decir, realizar la naturaleza de la mente.
Bastante mindfulness no-neutro es vipassana, es mantener una visión espiritual a la vez que mantenemos nuestro mindfulness y es el único mindfulness con verdadero valor espiritual. El mindfulness neutro va de maravilla para no estresarnos, que no es poco, pero no mucho más. Por eso ningún ejecutivo tiene realización alguna por mucho mindfulness que haga.
Realmente el mindfulness puede ser no vipassánico y ser no-neutro y espiritual, por ejemplo si lo bañamos con la idea de mantener nuestra integridad ética o cumplir con los paramitas. En este caso, esto no es vipassana.
Pero si lo bañamos con observación de la mente o el interés en determinar verdades espirituales concretas, por supuesto que es vipassana. Y probablemente es la práctica vipassana más efectiva de todas las comentadas hasta ahora, porque tienes muchas horas para ejercerla y porque esa indagación se ejerce en condiciones «reales», viendo lo que realmente te pasa y no en un laboratorio aislado que llamamos zafu donde todo está bajo control y en calma. Es ese casi obsesionarse día y noche, que muchos textos comentan.
Y también es vipassana, si vas «a tu bola» y simplemente te observas para evitar tu sufrimiento, o ver si hay yo o no, ver como surgen esas emociones aflictivas, etc… Ese mirarte internamente es vipassana 100%, da igual si no tienes ni idea de budismo, no sabes qué es la palabra vipassana, ni quieres seguir ninguna doctrina ni práctica. Estás practicando informalmente. Y de hecho me parece que es una de las formas más poderosas de practicar esta «visión clara».
Es por eso que hay despertares en esos casos, despertares de esos que ocurren aparentemente "al azar". Pero nunca son al azar.
Luego, también en budismo a veces algunos practicantes asumen que Anapanasati, es decir meditar siguiendo la respiración, es vipassana. Es una idea muy exótica. No lo parece. Es samatha y bastante puro, además al seguir la respiración tendemos a calmarla, así que será bastante samatha, incluso demasiado, normalmente suele ser una forma de meditación que nos relajará en exceso, es de esas meditaciones en que si vas justo de sueño te puedes dormir. Pero es una buena técnica samatha si estamos algo excitados. Nada vipassana, aunque de nuevo, vipassana no es la forma, es la actitud. Si uno examina su respiración indagativamente podría ser vipassana, lo que no tengo claro es que podría buscarse ahí. ¿La ausencia de yo respirando?
Quizá, pero sinceramente, Anapanasati no parece un buen soporte para vipassana y soy consciente que muy a menudo se afirma lo contrario. Y sobre todo, como hemos dicho antes, si no tienes claro que estás buscando confirmar (la visión) entonces no puede ser vipassana por definición.
Las formas vipassana de Mahamudra son también bastante convencionales, y siguen el mismo patrón que en Theravada, simplemente cambiando la visión, el planteamiento, a ideas Mahayana en que lo fundamental suele ser el entendimiento de la mente com vacía y sin yo. Es decir, realizar la naturaleza de la mente.
Bastante mindfulness no-neutro es vipassana, es mantener una visión espiritual a la vez que mantenemos nuestro mindfulness y es el único mindfulness con verdadero valor espiritual. El mindfulness neutro va de maravilla para no estresarnos, que no es poco, pero no mucho más. Por eso ningún ejecutivo tiene realización alguna por mucho mindfulness que haga.
Realmente el mindfulness puede ser no vipassánico y ser no-neutro y espiritual, por ejemplo si lo bañamos con la idea de mantener nuestra integridad ética o cumplir con los paramitas. En este caso, esto no es vipassana.
Pero si lo bañamos con observación de la mente o el interés en determinar verdades espirituales concretas, por supuesto que es vipassana. Y probablemente es la práctica vipassana más efectiva de todas las comentadas hasta ahora, porque tienes muchas horas para ejercerla y porque esa indagación se ejerce en condiciones «reales», viendo lo que realmente te pasa y no en un laboratorio aislado que llamamos zafu donde todo está bajo control y en calma. Es ese casi obsesionarse día y noche, que muchos textos comentan.
Y también es vipassana, si vas «a tu bola» y simplemente te observas para evitar tu sufrimiento, o ver si hay yo o no, ver como surgen esas emociones aflictivas, etc… Ese mirarte internamente es vipassana 100%, da igual si no tienes ni idea de budismo, no sabes qué es la palabra vipassana, ni quieres seguir ninguna doctrina ni práctica. Estás practicando informalmente. Y de hecho me parece que es una de las formas más poderosas de practicar esta «visión clara».
Es por eso que hay despertares en esos casos, despertares de esos que ocurren aparentemente "al azar". Pero nunca son al azar.
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Re: Vipassana, visión clara: ese gran incomprendido
Las primera etapas espirituales, tras el entrenamiento mínimo en concentración sostenida (preliminares), en nuestra capacidad de atender, deberían ser bastante vipassánicas.
Sin vipassana no habrá adquisición de prajana, y sin él, al menos en la senda Mahayana, no hay avance sólido (suelos/bhumis) y todo se deshace tal como se construye. El camino del ver (el camino de la visión clara, es decir vipassánico) siempre va primero, antes del meditativo. El primer Bhumi es "ver con claridad", kensho es "ver con claridad", la naturaleza de la mente debe verse con claridad, la entrada en la corriente implica ver con claridad anatta, Satori es entender o realizar, etc...
Paradójicamente, a medida que se avanza en la senda, vipassana pierde peso y relevancia.
Por dos razones al menos, porque ya queda menos a realizar y más a consolidar (que requiere presencia pero no tanto visión clara) y porque la meditación de no-acción madura permite la fusión de samatha y vipassana, de tal manera que podemos observar lo que ocurre incluso en el más profundo samadhi o con gran cantidad de contenido fenoménico presente, y eso nos aportará prajna en abundancia y de forma continuada.
El papel inicial de samatha o incluso meditación de no-acción es múltiple y beneficioso pero casi pueden verse más como un refuerzo para vipassana o un entrenamiento para el futuro que otra cosa. Cuando a menudo se entiende al revés: que lo fundamental es el samadhi y vipassana es secundario.
Cambio de tema, gran parte de la dificultad de la visión vipassana es que se buscan ausencias (como la del yo). Y eso es mucho más complicado que encontrar presencias. De hecho es imposible de encontrar. Por mucho que mires buscando demostrar que no existen los dragones, solo podrás mirar y mirar, ese proceso podría no acabar nunca porque ver "que no hay dragones", no es realmente del todo posible. Solo puedes "mirar hasta convencerte de que no hay dragones".
Un ejemplo tonto de dinámica vipassana:
Te dicen que una especie de peces solo saben nadar en círculos. ¿Cómo lo comprobarás?
Pues vas y los miras, claro y encima ves que nadan en círculo. Bien. Has adquirido algo de entendimiento al respecto. Pero…
¿Cuándo te convencerás de que solo pueden nadar en círculo?
Pues dependerá de cada persona, algunos mirarán unos segundos y dada su fe en la persona que lo dijo, concluirán rápidamente que es cierto. Otros, sin fe, o directamente opinando que eso no es posible, mirarán durante meses y si no pueden creer, siempre dirán «parece que nadan siempre en círculos, pero a ver mañana… quizá dejen de hacerlo». Y así por siempre…
Sutilezas de prajna.
Este ejemplo, siendo simplón, incluye todos los detalles de una práctica orientada a prajna:
– Hay algo a confirmar: si los peces solo nadan en círculo. Es la visión. Y se expresa conceptualmente.
– Pero esta visión solo se puede confirmar de forma no conceptual (no lo podré averiguar razonando, solamente mirando).
– Se basa en la observación pura no-conceptual (mirar qué pasa) y la reiteración (mirar a menudo hasta convencerse).
– Se obtiene la conclusión de forma aparentemente a-casual (algunos deprisa, otros más tarde, otros nunca…).
Siempre se ha dicho de los kenshos y despertares, que son a-causales. Y ya veis que no es ningún misterio, se deduce de la propia naturaleza de prajna. Por mucho que busques, por ejemplo, un «yo» y no lo encuentres (ni el Buddha lo vió nunca), te lo vas a creer o no en función de muchos otros factores personales y a menudo subconscientes.
Porque las ausencias no son fácilmente demostrables, desgraciadamente.
Respecto a la a-causalidad, entonces no es tanto que adquirir prajna o las realizaciones, no dependan de causas, sino que estas son tan complejas que podemos considerar que esto es un sistema caótico (como los de la física o el clima) y por tanto no predecible. Igual que enamorarse o cualquier otra cuestión humana compleja, realmente.
Nada nuevo, tampoco.
Sufre del efecto mariposa, es decir que no existe una relación clara entre inputs y outputs al sistema. Que cambios mínimos en las condiciones iniciales pueden llevar a resultados radicalmente diferentes. Pero ya vemos que eso tampoco es tan raro en la naturaleza, casi se podría decir que cualquier sistema real que no sea un entorno de laboratorio, es básicamente un sistema caótico (y por tanto no sabemos calcular su evolución), por eso las personas son siempre impredecibles, y por cierto eso se ha confundido a menudo con el famoso libre albedrío.
Sin vipassana no habrá adquisición de prajana, y sin él, al menos en la senda Mahayana, no hay avance sólido (suelos/bhumis) y todo se deshace tal como se construye. El camino del ver (el camino de la visión clara, es decir vipassánico) siempre va primero, antes del meditativo. El primer Bhumi es "ver con claridad", kensho es "ver con claridad", la naturaleza de la mente debe verse con claridad, la entrada en la corriente implica ver con claridad anatta, Satori es entender o realizar, etc...
Paradójicamente, a medida que se avanza en la senda, vipassana pierde peso y relevancia.
Por dos razones al menos, porque ya queda menos a realizar y más a consolidar (que requiere presencia pero no tanto visión clara) y porque la meditación de no-acción madura permite la fusión de samatha y vipassana, de tal manera que podemos observar lo que ocurre incluso en el más profundo samadhi o con gran cantidad de contenido fenoménico presente, y eso nos aportará prajna en abundancia y de forma continuada.
El papel inicial de samatha o incluso meditación de no-acción es múltiple y beneficioso pero casi pueden verse más como un refuerzo para vipassana o un entrenamiento para el futuro que otra cosa. Cuando a menudo se entiende al revés: que lo fundamental es el samadhi y vipassana es secundario.
Cambio de tema, gran parte de la dificultad de la visión vipassana es que se buscan ausencias (como la del yo). Y eso es mucho más complicado que encontrar presencias. De hecho es imposible de encontrar. Por mucho que mires buscando demostrar que no existen los dragones, solo podrás mirar y mirar, ese proceso podría no acabar nunca porque ver "que no hay dragones", no es realmente del todo posible. Solo puedes "mirar hasta convencerte de que no hay dragones".
Un ejemplo tonto de dinámica vipassana:
Te dicen que una especie de peces solo saben nadar en círculos. ¿Cómo lo comprobarás?
Pues vas y los miras, claro y encima ves que nadan en círculo. Bien. Has adquirido algo de entendimiento al respecto. Pero…
¿Cuándo te convencerás de que solo pueden nadar en círculo?
Pues dependerá de cada persona, algunos mirarán unos segundos y dada su fe en la persona que lo dijo, concluirán rápidamente que es cierto. Otros, sin fe, o directamente opinando que eso no es posible, mirarán durante meses y si no pueden creer, siempre dirán «parece que nadan siempre en círculos, pero a ver mañana… quizá dejen de hacerlo». Y así por siempre…
Sutilezas de prajna.
Este ejemplo, siendo simplón, incluye todos los detalles de una práctica orientada a prajna:
– Hay algo a confirmar: si los peces solo nadan en círculo. Es la visión. Y se expresa conceptualmente.
– Pero esta visión solo se puede confirmar de forma no conceptual (no lo podré averiguar razonando, solamente mirando).
– Se basa en la observación pura no-conceptual (mirar qué pasa) y la reiteración (mirar a menudo hasta convencerse).
– Se obtiene la conclusión de forma aparentemente a-casual (algunos deprisa, otros más tarde, otros nunca…).
Siempre se ha dicho de los kenshos y despertares, que son a-causales. Y ya veis que no es ningún misterio, se deduce de la propia naturaleza de prajna. Por mucho que busques, por ejemplo, un «yo» y no lo encuentres (ni el Buddha lo vió nunca), te lo vas a creer o no en función de muchos otros factores personales y a menudo subconscientes.
Porque las ausencias no son fácilmente demostrables, desgraciadamente.
Respecto a la a-causalidad, entonces no es tanto que adquirir prajna o las realizaciones, no dependan de causas, sino que estas son tan complejas que podemos considerar que esto es un sistema caótico (como los de la física o el clima) y por tanto no predecible. Igual que enamorarse o cualquier otra cuestión humana compleja, realmente.
Nada nuevo, tampoco.
Sufre del efecto mariposa, es decir que no existe una relación clara entre inputs y outputs al sistema. Que cambios mínimos en las condiciones iniciales pueden llevar a resultados radicalmente diferentes. Pero ya vemos que eso tampoco es tan raro en la naturaleza, casi se podría decir que cualquier sistema real que no sea un entorno de laboratorio, es básicamente un sistema caótico (y por tanto no sabemos calcular su evolución), por eso las personas son siempre impredecibles, y por cierto eso se ha confundido a menudo con el famoso libre albedrío.
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Re: Vipassana, visión clara: ese gran incomprendido
Aunque relacionamos mucho realizar o Despertar (que son eventos súbitos) y Prajna, realmente el resultado de estas prácticas vipassana es doble: progresivo y súbito.
Cuando vivimos su aspecto súbito lo llamamos Despertar, realización, kensho, efecto Eureka, momento cumbre, etc…
El proceso súbito ocurre cuando nuestro trabajo de prajna deconstruye completamente una creencia o asunción profunda y relevante. A menudo con gran contenido inconsciente, por eso las funciones conscientes incluido el intelecto, no pueden cambiarla, pero la visión vipassana sí alcanza esas profundidades.
La creencia fundamental será en referencia a tu identidad (quién eres realmente o cómo eres realmente) pero también pueden haber realizaciones, no solo sobre el sujeto, sino también sobre el objeto (dharmas en budismo), es decir sobre la realidad que nos rodea, o sobre las dinámicas que nos mueven (por ejemplo origen interdependiente de tu mal humor o pensamientos), la vacuidad de tu proceso intelectual, etc…
En el Zen Rinzai hay muchos ámbitos de este tipo (cientos de koans) y en otras doctrinas hay muy pocos (dos o tres) o incluso solamente uno.
El proceso gradual ocurre continuamente a medida que nos acercamos a la realización y es menos detectable, más sútil pero poco a poco, nuestros patrones de comportamiento influenciados por la creencia falsa (por ejemplo que un yo estable decide lo que ocurre) se van cambiando a la nueva futura verdad, de tal manera que antes de la realización (o si desgraciadamente no ocurre nunca) los patrones de comportamiento más egoicos o relacionados con esa realización pueden suavizarse.
La erradicación de una creencia o asunción es súbita por definición. Uno no puede creer o ser dos cosas opuestas a la vez, por tanto siempre hay un momento de big bang. Igual que en una balanza, en que aunque vayamos poniéndole peso poco a poco en el lado con menos masa, pasará al otro lado en un momento súbito. El equilibrio, es casi imposible, estás aquí o allí. Y no hay punto medio. Por eso los eventos basados en prajna son básicamente súbitos.
El «vipassana muy pautado» (al estilo Goenka) es menos efectivo. Y eso es porque seguir instrucciones no entrena la inquisición, la curiosidad, la intensa necesidad de saber las respuestas, sino lo contrario. No es así como se cambian creencias. Las instrucciones (como este texto) solo pueden decirte «como mirar» o sugerir una visión, pero mirar y entender es cosa tuya y no es algo pautado. Incluso si sabes la respuesta (o crees saberla en tu intelecto) tendrás que mirar y mirar y luego re-mirar, e indagar…
Si no miras porque ya sabes la respuesta conceptua, tampoco hay vipassana. Y por tanto no se adquiere prajna. Esa es la postura típica del erudito. No ha entendido qué es la inteligencia, que parte juegan aquí todos los procesos no conscientes, que es vipassana o incluso qué es prajna, y permanece en la esfera de los símbolos (conceptual).
Conceptual es saber mucho sobre el futbol, todos sus detalles, datos y estadísticas. No-conceptual es saber jugar bien a fútbol.
Y eso es lo que distingue al erudito del yogui. El yogui sabrá o no sabrá mucho de fútbol, pero juega realmente bien…
Y el erudito cree saber mucho de futbol pero se pierde lo relevante. Que es un deporte y debe jugarse. Si un día intenta jugar verá que creyendo ser el que más sabe del tema, es realmente muy poco capaz de jugar. De esa frustración suele surgir un rechazo al "deporte" y se ancla en su erudición sin resultados apagando las pocas posibilidades de que su camino sea fructífero. Sin embargo no dudará en dar lecciones a diestro y siniestro, incluso probablemente hasta al yogui (a Messi), sin darse cuenta de lo ridículo de la situación.
Lo que sí funciona es tener interés por confirmar nuestra hipótesis dentro de la realidad de nuestra mente y subjetividad. Las instrucciones pueden mostrarte un método posible, pero si tu actitud no es la de un explorador, no funcionará… Porque la actitud es el verdadero secreto de la práctica.
El Zen de la edad de oro, especialmente sus escuelas del Sur, fue la gran doctrina del Prajna. Quién lea a LinJi o Huang-Po (muy recomendables) encontrará puzzles a resolver por todas partes, todos ellos lanzados a los discípulos y con carga emocional asociada, para forzarlos a auto-indagar bajo presión, para motivarlos a ello. Es una enseñanza personalizada muy potente, se planteaba a cada discípulo un reto personalizado, pero que perdió gran parte de su potencia al generalizarla como koans y ya no ser personalizada.
A pesar de que la secta Rinzai tenga centenares de koans, Linji, quién afirman que fue su fundador jamás expresó ni un solo koan. Expresó retos personalizados, adaptados a cada uno de sus discípulos y aunque la frase sea la misma, no es lo mismo si se repite como "café para todos". Falta la genialidad y la maestría de darte «a ti» justo el reto que necesitas tú y de una manera que a ti te llega profundamente. Esa era su genialidad, y por eso a menudo los diálogos no se entienden, pues eran 100% personalizados.
Cuando vivimos su aspecto súbito lo llamamos Despertar, realización, kensho, efecto Eureka, momento cumbre, etc…
El proceso súbito ocurre cuando nuestro trabajo de prajna deconstruye completamente una creencia o asunción profunda y relevante. A menudo con gran contenido inconsciente, por eso las funciones conscientes incluido el intelecto, no pueden cambiarla, pero la visión vipassana sí alcanza esas profundidades.
La creencia fundamental será en referencia a tu identidad (quién eres realmente o cómo eres realmente) pero también pueden haber realizaciones, no solo sobre el sujeto, sino también sobre el objeto (dharmas en budismo), es decir sobre la realidad que nos rodea, o sobre las dinámicas que nos mueven (por ejemplo origen interdependiente de tu mal humor o pensamientos), la vacuidad de tu proceso intelectual, etc…
En el Zen Rinzai hay muchos ámbitos de este tipo (cientos de koans) y en otras doctrinas hay muy pocos (dos o tres) o incluso solamente uno.
El proceso gradual ocurre continuamente a medida que nos acercamos a la realización y es menos detectable, más sútil pero poco a poco, nuestros patrones de comportamiento influenciados por la creencia falsa (por ejemplo que un yo estable decide lo que ocurre) se van cambiando a la nueva futura verdad, de tal manera que antes de la realización (o si desgraciadamente no ocurre nunca) los patrones de comportamiento más egoicos o relacionados con esa realización pueden suavizarse.
La erradicación de una creencia o asunción es súbita por definición. Uno no puede creer o ser dos cosas opuestas a la vez, por tanto siempre hay un momento de big bang. Igual que en una balanza, en que aunque vayamos poniéndole peso poco a poco en el lado con menos masa, pasará al otro lado en un momento súbito. El equilibrio, es casi imposible, estás aquí o allí. Y no hay punto medio. Por eso los eventos basados en prajna son básicamente súbitos.
El «vipassana muy pautado» (al estilo Goenka) es menos efectivo. Y eso es porque seguir instrucciones no entrena la inquisición, la curiosidad, la intensa necesidad de saber las respuestas, sino lo contrario. No es así como se cambian creencias. Las instrucciones (como este texto) solo pueden decirte «como mirar» o sugerir una visión, pero mirar y entender es cosa tuya y no es algo pautado. Incluso si sabes la respuesta (o crees saberla en tu intelecto) tendrás que mirar y mirar y luego re-mirar, e indagar…
Si no miras porque ya sabes la respuesta conceptua, tampoco hay vipassana. Y por tanto no se adquiere prajna. Esa es la postura típica del erudito. No ha entendido qué es la inteligencia, que parte juegan aquí todos los procesos no conscientes, que es vipassana o incluso qué es prajna, y permanece en la esfera de los símbolos (conceptual).
Conceptual es saber mucho sobre el futbol, todos sus detalles, datos y estadísticas. No-conceptual es saber jugar bien a fútbol.
Y eso es lo que distingue al erudito del yogui. El yogui sabrá o no sabrá mucho de fútbol, pero juega realmente bien…
Y el erudito cree saber mucho de futbol pero se pierde lo relevante. Que es un deporte y debe jugarse. Si un día intenta jugar verá que creyendo ser el que más sabe del tema, es realmente muy poco capaz de jugar. De esa frustración suele surgir un rechazo al "deporte" y se ancla en su erudición sin resultados apagando las pocas posibilidades de que su camino sea fructífero. Sin embargo no dudará en dar lecciones a diestro y siniestro, incluso probablemente hasta al yogui (a Messi), sin darse cuenta de lo ridículo de la situación.
Lo que sí funciona es tener interés por confirmar nuestra hipótesis dentro de la realidad de nuestra mente y subjetividad. Las instrucciones pueden mostrarte un método posible, pero si tu actitud no es la de un explorador, no funcionará… Porque la actitud es el verdadero secreto de la práctica.
El Zen de la edad de oro, especialmente sus escuelas del Sur, fue la gran doctrina del Prajna. Quién lea a LinJi o Huang-Po (muy recomendables) encontrará puzzles a resolver por todas partes, todos ellos lanzados a los discípulos y con carga emocional asociada, para forzarlos a auto-indagar bajo presión, para motivarlos a ello. Es una enseñanza personalizada muy potente, se planteaba a cada discípulo un reto personalizado, pero que perdió gran parte de su potencia al generalizarla como koans y ya no ser personalizada.
A pesar de que la secta Rinzai tenga centenares de koans, Linji, quién afirman que fue su fundador jamás expresó ni un solo koan. Expresó retos personalizados, adaptados a cada uno de sus discípulos y aunque la frase sea la misma, no es lo mismo si se repite como "café para todos". Falta la genialidad y la maestría de darte «a ti» justo el reto que necesitas tú y de una manera que a ti te llega profundamente. Esa era su genialidad, y por eso a menudo los diálogos no se entienden, pues eran 100% personalizados.
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Re: Vipassana, visión clara: ese gran incomprendido
Ejemplo, vipassana en la tradición Mahamudra:
Fragmentos de «The Royal Seal of Mahamudra» (Capt. 12) de Ngawang Kunga Tenzin (Tercer Khamtrul Rimpoche)
A menos que el aspecto cognitivo de vipashyana esté presente en las experiencias samatha que surgen, explicadas anteriormente, no estás en el camino correcto y no deberías estar satisfecho solo con las experiencias anteriores. Contrariamente, si te aplicas en el logro de la liberación y la omnisciencia, debes definitivamente hacer practicas vipashyana que tienen la ausencia de sujeto como su principal característica. La razón es que si no practicas vipashyana, no habrá liberación del samsara porque samatha solo doblega las aflicciones temporalmente; no elimina lo que permanece durmiente.
[…]
Tal como se ha dicho, «en referencia al objeto de la práctica, los miembros de este linaje buscan la mente». Es decir, tras examinar detalladamente la raíz de la mente relativa de ignorancia temporal, uno busca el estado absoluto natural sin ignorancia.
[…]
El vipashyana que consiste en la meditación sobre el significado de la ausencia de yo, es el vipashyana a ejercer en nuestro caso, porque basado en él deberemos buscar establecer el estado natural de todo fenómeno incluido en sujeto y objetos.
[…]
¿Cómo llevamos a cabo esta investigación? Por ejemplo, será inútil aplicar cualquier de clase pensar, pues eso sería enfocarse fuera, como las meditaciones analíticas de los escolares. En su lugar seguiremos el estilo que es conocido como el descansar en meditación de un sencillo yogui. Aquí, descansando ecuánimemente en la esencia de la mente y no moviéndose de ella, la luminosidad natural de la mente se examina a sí misma. A esto lo llamamos «samatha conceptual surgiendo como prajna discriminante».
[…]
Ejemplo:
Suplica al Lama y adopta la postura, descansa en la esencia de la calma mental como antes. Cuando surja un pensamiento – o si debido a la fuerte concentración no surge ninguno, haz surgir tú uno sin perderte en él – obsérvalo, examinando desde qué fuente surgió inicialmente. Si crees que surgió de tu esencia mental, mira si puedes separar ambos, como un hijo nace de su madre. Si no parece que puedas separarlos, ¿surge de la expresión natural de la mente? ¿cómo luz irradiada del sol o la luna? ¿o es la mente en sí misma la que se vuelve pensamiento? Exhaustivamente examina puntos como este.
– Ngawang Kunga Tenzin (Tercer Khamtrul Rimpoche)
Fragmentos de «The Royal Seal of Mahamudra» (Capt. 12) de Ngawang Kunga Tenzin (Tercer Khamtrul Rimpoche)
A menos que el aspecto cognitivo de vipashyana esté presente en las experiencias samatha que surgen, explicadas anteriormente, no estás en el camino correcto y no deberías estar satisfecho solo con las experiencias anteriores. Contrariamente, si te aplicas en el logro de la liberación y la omnisciencia, debes definitivamente hacer practicas vipashyana que tienen la ausencia de sujeto como su principal característica. La razón es que si no practicas vipashyana, no habrá liberación del samsara porque samatha solo doblega las aflicciones temporalmente; no elimina lo que permanece durmiente.
[…]
Tal como se ha dicho, «en referencia al objeto de la práctica, los miembros de este linaje buscan la mente». Es decir, tras examinar detalladamente la raíz de la mente relativa de ignorancia temporal, uno busca el estado absoluto natural sin ignorancia.
[…]
El vipashyana que consiste en la meditación sobre el significado de la ausencia de yo, es el vipashyana a ejercer en nuestro caso, porque basado en él deberemos buscar establecer el estado natural de todo fenómeno incluido en sujeto y objetos.
[…]
¿Cómo llevamos a cabo esta investigación? Por ejemplo, será inútil aplicar cualquier de clase pensar, pues eso sería enfocarse fuera, como las meditaciones analíticas de los escolares. En su lugar seguiremos el estilo que es conocido como el descansar en meditación de un sencillo yogui. Aquí, descansando ecuánimemente en la esencia de la mente y no moviéndose de ella, la luminosidad natural de la mente se examina a sí misma. A esto lo llamamos «samatha conceptual surgiendo como prajna discriminante».
[…]
Ejemplo:
Suplica al Lama y adopta la postura, descansa en la esencia de la calma mental como antes. Cuando surja un pensamiento – o si debido a la fuerte concentración no surge ninguno, haz surgir tú uno sin perderte en él – obsérvalo, examinando desde qué fuente surgió inicialmente. Si crees que surgió de tu esencia mental, mira si puedes separar ambos, como un hijo nace de su madre. Si no parece que puedas separarlos, ¿surge de la expresión natural de la mente? ¿cómo luz irradiada del sol o la luna? ¿o es la mente en sí misma la que se vuelve pensamiento? Exhaustivamente examina puntos como este.
– Ngawang Kunga Tenzin (Tercer Khamtrul Rimpoche)
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Re: Vipassana, visión clara: ese gran incomprendido
Algún detalle sobre mindfulness y budeidad sin meditación (que también es el título de un libro tibetno muy interesante):
Como se ha comentado antes por mindfulness espiritual entendemos el mindfulness que se centra, no en establecer un presencia neutra (es el mindfulness tradicional anti-estress) sino en establecer una presencia para ejercer alguna práctica espiritual continuada en el día a día. Esa práctica espiritual puede variar desde respetar los paramitas, mantener una actitud compasiva y amable, estudiar nuestra propia mente, etc... Aquí nos centraremos en el mindfulness no-neutro, espiritual y con componente vipassana, es decir centrado en la observación desnuda y clara de alguna verdad budista.
====
El mindfulness espiritual, se puede volver una herramienta vipassánica muy potente, pues permite establecer una visión, por ejemplo «no soy mis pensamientos» o «todo fenómeno es mente» o lo que queráis, y trabajarlo de forma continuada, si es que conseguís volver a la mente mindful a menudo.
Para ello deberemos establecer un visión. Es decir aquello que queremos confirmar, nos recordaremos continuamente investigar justo eso. Eso es lo que no debemos olvidar.
También podemos solamente observar la mente, pero sin una idea clara de lo que queremos realizar pasa a ser un mindfulness prácticamente neutro. No es tan neutro como cuando el ejecutivo solo quiere no estresarse, pero no tiene una dirección clara para adquirir sabiduría.
Lo que sí es cierto es que casi nunca es neutro del todo, porque si hemos llegado hasta ese mindfulness seguramente ya tenemos ideas espirituales que queremos confirmar, vivir o realizar.
El mindfulness con visión o espiritual, al igual que toda práctica vipassana real, es un ejercicio o práctica que sí tiene valor espiritual y puede ayudar a la liberación.
De hecho potencialmente podrías atravesar todo el camino espiritual hasta la budeidad sin meditar, o eso afirman algunos, solo basándote en el resto de elementos del sendero óctuple y estableciendo las visiones pertinentes en cada momento junto con su mindfulness asociado de forma continuada.
Para los interesados recomiendo el Nang-Jang o «A visionary account known as refining one’s perception» o en su nombre marketiniano «Budhahood without meditation». Pero ya os aviso, que lo que hace el libro es solamente mostraros «las visiones» que deberéis establecer. El resto es cosa vuestra. El autor es Dudjom Lingpa.
Volviendo al tema, suena más razonable que con siete elementos del sendero óctuple (sin la meditación) se puede avanzar que no esa creencia extraña de que puede hacerse solo con uno (sea meditación o mindfulness o solo leer textos o incluso cultivar una ética impecable basada en los paramitas, etc…). Todo eso debe hacerse.
Si se nos dice (nuestro maestro o doctrina), por ejemplo, que debemos realizar que no somos nuestros pensamientos, esa es nuestra visión, y el mindfulness deberá estar «manchado» con esa visión. No es que debamos repetirnos eso, simplemente eso es lo que «recordamos», en silencio mental, no hace falta expresarlo, pero esa es la razón por la que estás mindful en ese momento y no nos olvidamos. ¿Es así? ¿soy o no soy el pensador? ¿siempre? ¿a ratos? etc… Todo eso se mezclará, por supuesto, con nuestro día a día, y es en ese territorio complicado y ruidoso, movido y emocional, donde será un reto mantener esa visión y no perderla quizá durante horas.
Repetirnos la visión, como se hace en algunas doctrinas no budistas, apenas sirve para nada, si no tomamos ese momento vipassánico con el ánimo de estudiarnos y dar respuesta a esa visión, que es lo relevante.Eso a lo que aquí llamamos «ser inquisitivo». Toda función vipassánica, sea sentado o no, requiere una mente inquisitiva, que quiere averiguar cosas, demostrarse cosas a sí misma. Sin exagerar, ni forzar, de forma tranquila y continuada pues no es un ejercicio intenso sino de fondo, para todo el día, pero no ha de existir esa intención.
Como solemos repetir, la diferencia entre una mirada pasiva y una inquisitiva es la misma que entre simplemente mirar un cuadro sin poner ningún interés especial o solo centrarnos en disfrutarlo en su globalidad o cuando miras un cuadro para encontrar algo en él (por ejemplo a Wally). No es demasiado diferente a ese buscar Wally, salvando las diferencias de que no buscamos nada físico que pensamos que vamos a encontras la actitud no es demasiado diferente, y consiste en poner interés en esa búsqueda, pero no es un ejercicio pasivo, ni tampoco concentrativo (que sería como que te pidan no quitar ni por un segundo tu atención total del cuadro, eso sería samatha).
Así todo nuestro tiempo mindful será un ejercicio vipassánico.
Es entonces cuando el mindfulness adquiere su valor en budismo y pasa a tener sentido que digamos que es un ejercicio de «recordar» (la visión) o tener en mente o ser consiciente de..., pues mindfulness viene del sánscrito smrti (o sati en pali) que significa justo eso, recordar. Lo cual ya nos da una pista de que el mindfulness neutro de los ejecutivos es carencial, pues no recuerda nada.
Algunas citas al respecto más o menos autoritativas:
-El mindfulness se refiere a la clara conciencia del mundo interno y externo, incluyendo pensamientos, emociones, sensaciones, acciones y todo lo que nos rodea, tal como existen ese momento.
-Ha sido descrito como “atención desnuda” (Nyanaponika, 1973; Rahula, 1974; Gunaratana, 1993), o “atención lúcida” (Gunaratana, 1993), destacando que el mindfulness revela lo que sucede antes o más allá de las clasificaciones emocionales sobre lo que es o lo que tiene lugar.
-Sati sería la “toma de conciencia de todo el rango y extensión de los fenómenos”.
-Considerar sati como atención desnuda rechaza la importancia del juicio.
etc...
Como se ha comentado antes por mindfulness espiritual entendemos el mindfulness que se centra, no en establecer un presencia neutra (es el mindfulness tradicional anti-estress) sino en establecer una presencia para ejercer alguna práctica espiritual continuada en el día a día. Esa práctica espiritual puede variar desde respetar los paramitas, mantener una actitud compasiva y amable, estudiar nuestra propia mente, etc... Aquí nos centraremos en el mindfulness no-neutro, espiritual y con componente vipassana, es decir centrado en la observación desnuda y clara de alguna verdad budista.
====
El mindfulness espiritual, se puede volver una herramienta vipassánica muy potente, pues permite establecer una visión, por ejemplo «no soy mis pensamientos» o «todo fenómeno es mente» o lo que queráis, y trabajarlo de forma continuada, si es que conseguís volver a la mente mindful a menudo.
Para ello deberemos establecer un visión. Es decir aquello que queremos confirmar, nos recordaremos continuamente investigar justo eso. Eso es lo que no debemos olvidar.
También podemos solamente observar la mente, pero sin una idea clara de lo que queremos realizar pasa a ser un mindfulness prácticamente neutro. No es tan neutro como cuando el ejecutivo solo quiere no estresarse, pero no tiene una dirección clara para adquirir sabiduría.
Lo que sí es cierto es que casi nunca es neutro del todo, porque si hemos llegado hasta ese mindfulness seguramente ya tenemos ideas espirituales que queremos confirmar, vivir o realizar.
El mindfulness con visión o espiritual, al igual que toda práctica vipassana real, es un ejercicio o práctica que sí tiene valor espiritual y puede ayudar a la liberación.
De hecho potencialmente podrías atravesar todo el camino espiritual hasta la budeidad sin meditar, o eso afirman algunos, solo basándote en el resto de elementos del sendero óctuple y estableciendo las visiones pertinentes en cada momento junto con su mindfulness asociado de forma continuada.
Para los interesados recomiendo el Nang-Jang o «A visionary account known as refining one’s perception» o en su nombre marketiniano «Budhahood without meditation». Pero ya os aviso, que lo que hace el libro es solamente mostraros «las visiones» que deberéis establecer. El resto es cosa vuestra. El autor es Dudjom Lingpa.
Volviendo al tema, suena más razonable que con siete elementos del sendero óctuple (sin la meditación) se puede avanzar que no esa creencia extraña de que puede hacerse solo con uno (sea meditación o mindfulness o solo leer textos o incluso cultivar una ética impecable basada en los paramitas, etc…). Todo eso debe hacerse.
Si se nos dice (nuestro maestro o doctrina), por ejemplo, que debemos realizar que no somos nuestros pensamientos, esa es nuestra visión, y el mindfulness deberá estar «manchado» con esa visión. No es que debamos repetirnos eso, simplemente eso es lo que «recordamos», en silencio mental, no hace falta expresarlo, pero esa es la razón por la que estás mindful en ese momento y no nos olvidamos. ¿Es así? ¿soy o no soy el pensador? ¿siempre? ¿a ratos? etc… Todo eso se mezclará, por supuesto, con nuestro día a día, y es en ese territorio complicado y ruidoso, movido y emocional, donde será un reto mantener esa visión y no perderla quizá durante horas.
Repetirnos la visión, como se hace en algunas doctrinas no budistas, apenas sirve para nada, si no tomamos ese momento vipassánico con el ánimo de estudiarnos y dar respuesta a esa visión, que es lo relevante.Eso a lo que aquí llamamos «ser inquisitivo». Toda función vipassánica, sea sentado o no, requiere una mente inquisitiva, que quiere averiguar cosas, demostrarse cosas a sí misma. Sin exagerar, ni forzar, de forma tranquila y continuada pues no es un ejercicio intenso sino de fondo, para todo el día, pero no ha de existir esa intención.
Como solemos repetir, la diferencia entre una mirada pasiva y una inquisitiva es la misma que entre simplemente mirar un cuadro sin poner ningún interés especial o solo centrarnos en disfrutarlo en su globalidad o cuando miras un cuadro para encontrar algo en él (por ejemplo a Wally). No es demasiado diferente a ese buscar Wally, salvando las diferencias de que no buscamos nada físico que pensamos que vamos a encontras la actitud no es demasiado diferente, y consiste en poner interés en esa búsqueda, pero no es un ejercicio pasivo, ni tampoco concentrativo (que sería como que te pidan no quitar ni por un segundo tu atención total del cuadro, eso sería samatha).
Así todo nuestro tiempo mindful será un ejercicio vipassánico.
Es entonces cuando el mindfulness adquiere su valor en budismo y pasa a tener sentido que digamos que es un ejercicio de «recordar» (la visión) o tener en mente o ser consiciente de..., pues mindfulness viene del sánscrito smrti (o sati en pali) que significa justo eso, recordar. Lo cual ya nos da una pista de que el mindfulness neutro de los ejecutivos es carencial, pues no recuerda nada.
Algunas citas al respecto más o menos autoritativas:
-El mindfulness se refiere a la clara conciencia del mundo interno y externo, incluyendo pensamientos, emociones, sensaciones, acciones y todo lo que nos rodea, tal como existen ese momento.
-Ha sido descrito como “atención desnuda” (Nyanaponika, 1973; Rahula, 1974; Gunaratana, 1993), o “atención lúcida” (Gunaratana, 1993), destacando que el mindfulness revela lo que sucede antes o más allá de las clasificaciones emocionales sobre lo que es o lo que tiene lugar.
-Sati sería la “toma de conciencia de todo el rango y extensión de los fenómenos”.
-Considerar sati como atención desnuda rechaza la importancia del juicio.
etc...
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Re: Vipassana, visión clara: ese gran incomprendido
Hola @tao.te.kat,
La verdad es que no suena razonable ni lo uno ni lo otro. Si la práctica de la Vía, tal y como es enunciada en el Dhammacakkappavattana sutta - el conocido como el primer discurso del Buddha - ¿Por qué amputarlo? ¿Por qué reducir algo que se presenta como completo? Otra cosa sería hablar de la forma de presentarlo o de la manera en que se relacionan los brazos del óctuple entre sí haciendo énfasis, si se quiere, en samma smrti y cómo se interrelación la misma con el resto, incluido samma samadhi. Pero estas reducciones "a conveniencia", difícilmente pueden mantenernos en la Vía, en el camino que nos libera de duhkha, instante tras instante.
escribió: "...Volviendo al tema, suena más razonable que con siete elementos del sendero óctuple (sin la meditación) se puede avanzar que no esa creencia extraña de que puede hacerse solo con uno (sea meditación o mindfulness o solo leer textos o incluso cultivar una ética impecable basada en los paramitas, etc…). Todo eso debe hacerse..."
La verdad es que no suena razonable ni lo uno ni lo otro. Si la práctica de la Vía, tal y como es enunciada en el Dhammacakkappavattana sutta - el conocido como el primer discurso del Buddha - ¿Por qué amputarlo? ¿Por qué reducir algo que se presenta como completo? Otra cosa sería hablar de la forma de presentarlo o de la manera en que se relacionan los brazos del óctuple entre sí haciendo énfasis, si se quiere, en samma smrti y cómo se interrelación la misma con el resto, incluido samma samadhi. Pero estas reducciones "a conveniencia", difícilmente pueden mantenernos en la Vía, en el camino que nos libera de duhkha, instante tras instante.
- tao.te.kat
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Re: Vipassana, visión clara: ese gran incomprendido
Gracias por leer, Carlos.
- tao.te.kat
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Re: Vipassana, visión clara: ese gran incomprendido
Seguimos con reflexiones vipassánicas, estas de hace un tiempo:
La espada de Majushri
Existe la creencia (explicitada o no, incluso a veces inconsciente) de que la meditación es algo así como una habilidad a ejercitar, y que cuando se adquiere su maestría suprema, uno habrá conseguido realizarse.
Es como si meditar fuera como entrenar para correr maratones y que cuando se logre correr una maratón completa en determinado tiempo, se estará realizado.
A veces se oye hablar con orgullo de si uno ha meditado 3 horas seguidas, o 10 días de retiro, incluso quien se muestra orgulloso de llevar 35 años meditando.
También existen en algunas doctrinas, categorizaciones de estados meditativos progesivos (samadhis, jhanas…) y el practicante puede correr el riesgo de creer que son etapas de realización o de aproximación al despertar o de obtención de sabiduría. Una especie de Scala Dei, que cuando se suba del todo, por ejemplo en el octavo jhana, eso implica budeidad o algo similar. Algún tipo de logro estable.
La realidad es que si alguien puede haber meditado durante 35 años y no haber ni despertado (primer paso trascendente pero nada más), quizá es que ese asociar de forma unívoca «maestría en la meditación» con «despertar» o «realizar» o «budeidad» o «liberación» es erróneo…
Quizá no es algo tan directo…
No es que diga que la meditación no sirve para nada, cosa que dicen muchos no-meditadores sin haberle dado la suficiente oportunidad a la práctica. No es eso lo que se pretende decir aquí. Sirve.
Pero Buddha ya comentó que la meditación es una mera herramienta que puede abandonarse cuando deja de ser necesaria.
HuiNeng despertó sin meditar un minuto.
LinJi dejaba en un segundo plano la meditación frente a la compresión o la gran duda.
El camino octuple a la liberación del sufrimiento contiene 8 dimensiones y el samadhi es solo una de ellas (vease Sila, Prajna, Samadhi)
etc…
¿Qué parece querer decir todo esto?
Pues significa que quizá es, si no imposible, muy difícil, la liberación solo a base de meditación formal, especialmente si esta es solo de concentración (samatha) sin reflexión ni observación alguna de los procesos mentales o la realidad (vipassana).
Si tu maestría en la meditación se limita a concentración pura sin reflexión, sin observación sobre ti mismo, ni sobre la naturaleza de tu mente (la conceptual y la no conceptual) y de la realidad, es como si creases el más afilado de los cuchillos (tu atención) para no cortar nunca nada, o apenas cortar la mantequilla del librarse del estrés diario y obtener algún alivio que será necesariamente temporal. Que no está nada mal, pero para ello no hace falta ser un maestro de la meditación, hay otras opciones seguramente más eficientes en la psicoterapia moderna.
Por supuesto vivirás un montón de experiencias de consciencia-no-habitual, pero solo mientras estás sentado… Luego todo se evapora como el humo… Vuelves a enfrentarte con el Samsara y vuelves a enredarte…
Tienes en tus manos la espada de Manjusri pero no la usas. Por no saber o por no querer o por creencias limitantes como que «no hay nada más que hacer» o pensar que la liberación es imposible excepto para semidioses u otras o que esto va de «no pensar, no razonar, no entender» o por no creer, directamente, y creo que pasa mucho, los planteamientos budistas básicos com sunyata, anatta, los planteamientos yogacara, etc…
Pero es que además esa auto-observación, ese investigarse a uno mismo, te va a llevar a descubrir muchas miserias, defectos, egoísmos y auto-engaños personales, y eso no gusta o mejor dicho, afrontarlo requiere de cierto nivel de madurez. Pero no hay otra forma de deshacerlos más que verlos con claridad en lugar de huir de ellos con la dosis de anestesia diaria de la meditación.
La espada de Majushri
Existe la creencia (explicitada o no, incluso a veces inconsciente) de que la meditación es algo así como una habilidad a ejercitar, y que cuando se adquiere su maestría suprema, uno habrá conseguido realizarse.
Es como si meditar fuera como entrenar para correr maratones y que cuando se logre correr una maratón completa en determinado tiempo, se estará realizado.
A veces se oye hablar con orgullo de si uno ha meditado 3 horas seguidas, o 10 días de retiro, incluso quien se muestra orgulloso de llevar 35 años meditando.
También existen en algunas doctrinas, categorizaciones de estados meditativos progesivos (samadhis, jhanas…) y el practicante puede correr el riesgo de creer que son etapas de realización o de aproximación al despertar o de obtención de sabiduría. Una especie de Scala Dei, que cuando se suba del todo, por ejemplo en el octavo jhana, eso implica budeidad o algo similar. Algún tipo de logro estable.
La realidad es que si alguien puede haber meditado durante 35 años y no haber ni despertado (primer paso trascendente pero nada más), quizá es que ese asociar de forma unívoca «maestría en la meditación» con «despertar» o «realizar» o «budeidad» o «liberación» es erróneo…
Quizá no es algo tan directo…
No es que diga que la meditación no sirve para nada, cosa que dicen muchos no-meditadores sin haberle dado la suficiente oportunidad a la práctica. No es eso lo que se pretende decir aquí. Sirve.
Pero Buddha ya comentó que la meditación es una mera herramienta que puede abandonarse cuando deja de ser necesaria.
HuiNeng despertó sin meditar un minuto.
LinJi dejaba en un segundo plano la meditación frente a la compresión o la gran duda.
El camino octuple a la liberación del sufrimiento contiene 8 dimensiones y el samadhi es solo una de ellas (vease Sila, Prajna, Samadhi)
etc…
¿Qué parece querer decir todo esto?
Pues significa que quizá es, si no imposible, muy difícil, la liberación solo a base de meditación formal, especialmente si esta es solo de concentración (samatha) sin reflexión ni observación alguna de los procesos mentales o la realidad (vipassana).
Si tu maestría en la meditación se limita a concentración pura sin reflexión, sin observación sobre ti mismo, ni sobre la naturaleza de tu mente (la conceptual y la no conceptual) y de la realidad, es como si creases el más afilado de los cuchillos (tu atención) para no cortar nunca nada, o apenas cortar la mantequilla del librarse del estrés diario y obtener algún alivio que será necesariamente temporal. Que no está nada mal, pero para ello no hace falta ser un maestro de la meditación, hay otras opciones seguramente más eficientes en la psicoterapia moderna.
Por supuesto vivirás un montón de experiencias de consciencia-no-habitual, pero solo mientras estás sentado… Luego todo se evapora como el humo… Vuelves a enfrentarte con el Samsara y vuelves a enredarte…
Tienes en tus manos la espada de Manjusri pero no la usas. Por no saber o por no querer o por creencias limitantes como que «no hay nada más que hacer» o pensar que la liberación es imposible excepto para semidioses u otras o que esto va de «no pensar, no razonar, no entender» o por no creer, directamente, y creo que pasa mucho, los planteamientos budistas básicos com sunyata, anatta, los planteamientos yogacara, etc…
Pero es que además esa auto-observación, ese investigarse a uno mismo, te va a llevar a descubrir muchas miserias, defectos, egoísmos y auto-engaños personales, y eso no gusta o mejor dicho, afrontarlo requiere de cierto nivel de madurez. Pero no hay otra forma de deshacerlos más que verlos con claridad en lugar de huir de ellos con la dosis de anestesia diaria de la meditación.
- tao.te.kat
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Re: Vipassana, visión clara: ese gran incomprendido
Si vipassana es sobre todo una de las herramientas fundamentales del budismo para adquirir prajna. Veamos que es prajna, entonces.
Prajñā (sánscrito) o paññā (pali) se puede traducir como «sabiduría», «comprensión», «discernimiento» o «saber hacer». Podemos definirlo como:
Primero, prajna es saber o conocer o entender o darte cuenta de algo, es sabiduría o comprensión. Si no te parece que aprendes algo o entiendes algo a un nivel u otro, no te engañes, no ha habido adquisición de prajna. Ha pasado alguna otra cosa, quizá relevante, pero otra cosa.
Segundo, por «realización directa» se entiende «no mediado por palabras o símbolos», es decir no-conceptual. Es «ver» algo con claridad o un «saber hacer» nuevo como bien dice la wikipedia, por eso prajna es fundamental en la fase de «el ver» (tercer camino tibetano). También el Sotapanna (el que ha entrado en la corriente en budismo primigenio) tiene como una de sus características principales «entender completamente» Anatta y también el 1er Bhumi del Bodhisatva es tener una primera visión de vacuidad.
Existe y es necesario el entendimiento intelectual o conceptual pero de los dos el de mayor relevancia será siempre el no-intelectual, siendo el intelectual simplemente la ayuda para dirigirnos hacia el otro (establecimiento de la visión correcta o punto de vista correcto).
El entendimiento no-conceptual puede tomar diversas formas, algunas seguramente nos sorprenderán, porque normalmente tenemos una idea de lo que es «saber/conocer/aprender» que es tremendamente simbólica, es decir, mediada por símbolos.
Algunas de estas formas serían:
-Cognitiva: Entendimientos claros pero que no sabemos expresar con palabras. Son no-conceptuales
-Comportamental: Nuevas formas de actuar, hacer y vivir. Incluye a la meditación con nuevas formas de meditar.
-Transformativa. Cambios en la organización o estructura de la mente.
Vamos a ver qué es cada caso.
Prajñā (sánscrito) o paññā (pali) se puede traducir como «sabiduría», «comprensión», «discernimiento» o «saber hacer». Podemos definirlo como:
Hasta aquí la definición más o menos standard (de wikipedia). Pero vamos a aterrizarla un poco.En budismo, se refiere especialmente a la sabiduría espiritual basada en la realización directa de alguna de las verdades y principios budistas, la asimilación de conceptos como el de transitoriedad, surgimiento dependiente, anātman (insustancialidad), Shunyata (vacío), etc.
Prajñā es la sabiduría que es capaz de extinguir las klesa (aflicciones) y llevar a la liberación.
Primero, prajna es saber o conocer o entender o darte cuenta de algo, es sabiduría o comprensión. Si no te parece que aprendes algo o entiendes algo a un nivel u otro, no te engañes, no ha habido adquisición de prajna. Ha pasado alguna otra cosa, quizá relevante, pero otra cosa.
Segundo, por «realización directa» se entiende «no mediado por palabras o símbolos», es decir no-conceptual. Es «ver» algo con claridad o un «saber hacer» nuevo como bien dice la wikipedia, por eso prajna es fundamental en la fase de «el ver» (tercer camino tibetano). También el Sotapanna (el que ha entrado en la corriente en budismo primigenio) tiene como una de sus características principales «entender completamente» Anatta y también el 1er Bhumi del Bodhisatva es tener una primera visión de vacuidad.
Existe y es necesario el entendimiento intelectual o conceptual pero de los dos el de mayor relevancia será siempre el no-intelectual, siendo el intelectual simplemente la ayuda para dirigirnos hacia el otro (establecimiento de la visión correcta o punto de vista correcto).
El entendimiento no-conceptual puede tomar diversas formas, algunas seguramente nos sorprenderán, porque normalmente tenemos una idea de lo que es «saber/conocer/aprender» que es tremendamente simbólica, es decir, mediada por símbolos.
Algunas de estas formas serían:
-Cognitiva: Entendimientos claros pero que no sabemos expresar con palabras. Son no-conceptuales
-Comportamental: Nuevas formas de actuar, hacer y vivir. Incluye a la meditación con nuevas formas de meditar.
-Transformativa. Cambios en la organización o estructura de la mente.
Vamos a ver qué es cada caso.
- tao.te.kat
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Re: Vipassana, visión clara: ese gran incomprendido
Lo primero, el evento cognitivo, es entendimiento no-conceptual fruto de la indagación. Es el resultado típico de los koans, de las introducciones a la naturaleza de la mente y de otros momentos cumbre de entendimiento profundo, típicamente forzados por la habilidad del maestro en cuestión. Cabe decir que siempre hay un momento puntual en que uno reconoce que "ha entendido", aunque no sepa expresar mucho más. Así que normalmente serán eventos puntuales (aunque siempre cocinados gradualmente).
Este primer hecho es difícil de entender para quién no lo ha vivido, porque eso de la sabiduría no-conceptual no se puede conceptualizar, lógicamente. En cambio quién ha resuelto un koan de verdad, cuestión que poco tiene que ver con nada explicado con palabras, sabe perfectamente a qué me refiero.
No es diferente a cualquier otro "darse cuenta". Como cuando uno de repente descubre cualquier otra cosa de forma cognitiva, como cuando Arquímedes descubrió su famoso teorema súbitamente. La gran diferencia en realidad es que en ese caso, la solución se puede expresar conceptualmente, simbólicamente, incluso matemáticamente (que también son símbolos) y en espiritualidad no se puede hacer eso. Por lo demás el proceso es el mismo.
Típicamente los otros dos tipos de adquisición de prajna pueden iniciarse también con un momento eureka, aunque no siempre. En sendas graduales ocurrirán típicamente sin el evento eureka inicial.
Lo segundo, la sabiduría comportamental, es justo eso, como cuando aprendemos a no reaccionar con emociones negativas ante eventos externos. O cuando aprendemos a calmarnos rápidamente o a meditar correctamente. Incluso un jhana surge de ese tipo de cambios, en este caso aprendiendo a concentrarnos correctamente.
También el cumplimiento ético espontáneo, etc… son resultado de cambios comportamentales. En este caso, cuanto más espontánea y directa es la reacción, más profundo ha sido el aprendizaje. Siempre, ocurre así, incluso cuando aprendemos a ir en bicicleta. Mientras necesitamos dedicar el menor foco de atención consciente al hecho de ir en bicicleta, poca habilidad tenemos. En su madurez vamos en bicicleta si ni siquiera reparar en nada de lo que hacemos, dedicando cero atención al ir en bicicleta, porque ese saber hacer ya ha calado la capa de lo consciente y se ha aposentado en lo inconsciente que es no-conceptual.
En las sendas de budismo primigenio (Theravada, por ejemplo) este segundo factor de prajna, es muy relevante al ser una senda básicamente gradual y comportamental, y el primero en cambio, se trata muy poco.
Mientras que quizá en Mahayana se tiende a dar más importancia al tercero que ahora veremos, y a veces, en mi opinión quizá algo exageradamente (como con la proliferación excesiva de koans), al primero.
Y llegamos al tercer caso que es muy relevante en Mahayana, pues una de las bases del mismo (sobre todo por influencia Yogacara) es que las trasformaciones mentales son claves para el progreso espiritual acelerado (que dé tiempo a dar frutos en una sola vida).
Estas trasformaciones suelen ser tan relevantes que definen los estadios de progreso en doctrinas como Mahamudra, con los cuatro yogas. Realizar rigpa en Dzogchen, también lo es, etc…
Son Realizaciones con mayúscula, porque también suelen ser un evento puntual pero además trasforman la mente, a veces de forma sutil y a veces de forma nada sutil. Esa trasformación es sólida, no es un evento puntual, permanece. Dependiendo del caso quizá se pierda más adelante o sea para siempre, pero no es solamente el evento puntual.
A veces, o mejor dicho siempre, también es difícil caracterizar, describir esos cambios. Lo mismo encontrarás el mismo cambio trasformativo descrito como «Realizar Atman» en términos no budistas que como «Realizar la vacuidad de la mente». Y otros maestros más modernos dicen «la capacidad de la mente (awareness realmente) para no apegarse a ningún contenido concreto», etc… También se habla de mente no dual o de la sensación de que no hay sujeto, etc...
Es interesante ver que a pesar de que muchas de estas realizaciones tienen la componente cognitiva del «siempre fue así», la realidad es que la mente ha cambiado y que solo tras cambiar se puede verificar que «siempre fue así».
Así que en cierta manera «no siempre fue exactamente así», pero en cierta manera se puede decir también lo contrario. Porque las transformaciones no "matan" a un sujeto o crean a rigpa o vuelven no-dual una mente, todo eso ciertamente ya era así. Pero esa transformación es la que permite que todo eso sea claro y diáfano mientras antes solamente había confusión.
Este primer hecho es difícil de entender para quién no lo ha vivido, porque eso de la sabiduría no-conceptual no se puede conceptualizar, lógicamente. En cambio quién ha resuelto un koan de verdad, cuestión que poco tiene que ver con nada explicado con palabras, sabe perfectamente a qué me refiero.
No es diferente a cualquier otro "darse cuenta". Como cuando uno de repente descubre cualquier otra cosa de forma cognitiva, como cuando Arquímedes descubrió su famoso teorema súbitamente. La gran diferencia en realidad es que en ese caso, la solución se puede expresar conceptualmente, simbólicamente, incluso matemáticamente (que también son símbolos) y en espiritualidad no se puede hacer eso. Por lo demás el proceso es el mismo.
Típicamente los otros dos tipos de adquisición de prajna pueden iniciarse también con un momento eureka, aunque no siempre. En sendas graduales ocurrirán típicamente sin el evento eureka inicial.
Lo segundo, la sabiduría comportamental, es justo eso, como cuando aprendemos a no reaccionar con emociones negativas ante eventos externos. O cuando aprendemos a calmarnos rápidamente o a meditar correctamente. Incluso un jhana surge de ese tipo de cambios, en este caso aprendiendo a concentrarnos correctamente.
También el cumplimiento ético espontáneo, etc… son resultado de cambios comportamentales. En este caso, cuanto más espontánea y directa es la reacción, más profundo ha sido el aprendizaje. Siempre, ocurre así, incluso cuando aprendemos a ir en bicicleta. Mientras necesitamos dedicar el menor foco de atención consciente al hecho de ir en bicicleta, poca habilidad tenemos. En su madurez vamos en bicicleta si ni siquiera reparar en nada de lo que hacemos, dedicando cero atención al ir en bicicleta, porque ese saber hacer ya ha calado la capa de lo consciente y se ha aposentado en lo inconsciente que es no-conceptual.
En las sendas de budismo primigenio (Theravada, por ejemplo) este segundo factor de prajna, es muy relevante al ser una senda básicamente gradual y comportamental, y el primero en cambio, se trata muy poco.
Mientras que quizá en Mahayana se tiende a dar más importancia al tercero que ahora veremos, y a veces, en mi opinión quizá algo exageradamente (como con la proliferación excesiva de koans), al primero.
Y llegamos al tercer caso que es muy relevante en Mahayana, pues una de las bases del mismo (sobre todo por influencia Yogacara) es que las trasformaciones mentales son claves para el progreso espiritual acelerado (que dé tiempo a dar frutos en una sola vida).
Estas trasformaciones suelen ser tan relevantes que definen los estadios de progreso en doctrinas como Mahamudra, con los cuatro yogas. Realizar rigpa en Dzogchen, también lo es, etc…
Son Realizaciones con mayúscula, porque también suelen ser un evento puntual pero además trasforman la mente, a veces de forma sutil y a veces de forma nada sutil. Esa trasformación es sólida, no es un evento puntual, permanece. Dependiendo del caso quizá se pierda más adelante o sea para siempre, pero no es solamente el evento puntual.
A veces, o mejor dicho siempre, también es difícil caracterizar, describir esos cambios. Lo mismo encontrarás el mismo cambio trasformativo descrito como «Realizar Atman» en términos no budistas que como «Realizar la vacuidad de la mente». Y otros maestros más modernos dicen «la capacidad de la mente (awareness realmente) para no apegarse a ningún contenido concreto», etc… También se habla de mente no dual o de la sensación de que no hay sujeto, etc...
Es interesante ver que a pesar de que muchas de estas realizaciones tienen la componente cognitiva del «siempre fue así», la realidad es que la mente ha cambiado y que solo tras cambiar se puede verificar que «siempre fue así».
Así que en cierta manera «no siempre fue exactamente así», pero en cierta manera se puede decir también lo contrario. Porque las transformaciones no "matan" a un sujeto o crean a rigpa o vuelven no-dual una mente, todo eso ciertamente ya era así. Pero esa transformación es la que permite que todo eso sea claro y diáfano mientras antes solamente había confusión.