Antes dije que, sobre el tema en concreto de la naturaleza de Buddha, inherente en los seres vivientes, mas que especulaciones o lecturas superficiales, habría que hacer una lectura detallada, por lo menos, de determinados sutra (lo cual daría lugar a temas nuevos, por lo específico de cada uno de esos sutra); pero también que sobre estos sutra, y otros centrales y básicos en la coriente Mahayana practicamente para todas las escuelas agrupadas como Mahayana (Sutra del Diamante, Sutra de Vimalakirti, Sutra del corazón, etc.) habría que tener en cuenta el uso de una técnica literaria específica denominada "
lenguaje intencional o alusivo".
También habría que tener en cuenta que en los discursos del Mahayana se produce una 
articulación continua y compleja de la realidad o verdad convencional y de la realidad o verdad absoluta. Practicar por un camino teniendo la vista en el otro. Si tener esto en cuenta tampoco se entiende nada (cosa que, obviamente, no es necesaria si uno no sigue ni le interesa saber de qué va el Mahayana o alguna de sus escuelas en particular).
Respecto al "
lenguaje intencional", y también a la articulación entre las verdades convencional y absoluta, como introducción a la cuestión os dejo la siguiente cita de 
Juan Arnau, extraida de su libro "
LA PALABRA FRENTE AL VACÍO - Filosofía de Nagarjuna[/size]" (pag. 137 ss.): 
Los pasajes de algunos textos quedarán divididos en dos tipos: 1) nitartha, pasajes con un significado claro (vibhaktartha) y explícito (kathartha) y que puede ser tomado literalmente; y 2) neyartha: fragmentos que esconden un significado implícito, oculto y no literal, que tiene que averiguarse porque el texto  guarda secretas intenciones (abhiprayika) y motivaciones (paryayadesita).  Estos pasajes constituyen la enseñanza intencional de Buda, que ha recibido distintos nombre: samdhavacana, que también recibe los nombres de samdhaya-bhasita, samdhaya-bhasita, samdhaya-bhasita, samdhabhasita o  samdhabhasya. […] se dice que los textos de significado preciso (nitartha) son aquellos en los que la alegaciones son obvias y fácilmente entendibles, y los de significado por determinar (neyartha) son aquellos en los que haciendo uso de los medios hábiles (upaya) se dicen cosas que parecen a primera vista incorrectas y que requieren de una explicación. […] Estas estrategias crean la sensación de una profundidad que sirve también de energía de enlace: “El principiante meramente se adhiere a la profundidad de los textos, profundidad que su inteligencia no puede medir”. Se dice a sí mismo que estos textos son verdad, pero una verdad que sólo está al alcance del Buda y no al suyo, y así evita (el error) de rechazarlos. La verdad última se convierte en algo escondido, recóndito, difícil de alcanazr, por eso el Buda se resistió a enseñar, porque se dio cuenta de la dificultad que tendrían los necios para comprenderla (MK: 24.12),  Pero, por otro lado, al ser la noticia de esa verdad algo costoso, su logro la hace más gustosa, más estimada.
Con la distinción entre significados implícitos y explícitos de los textos la problemática se instala en el campo del lenguaje: cómo y por qué los textos dicen lo que dicen. ¿Qué quiso decir el Buda con las palabras que la tradición ha conservado en los sūtra? No se trata de un problema nuevo, pero en el mahayana tomará un lugar central. […] En la literatura del abbhidharma las polémicas entre las distintas escuelas la polémicas entre distintas escuelas (pugdalvada, theravada, sarvasstivada, etc.) se centraban principalmente en la elaboración de de listas de icondicionados (asamsktra) y en cuestiones de “correpondencia taxonómica”, y la cuestión de un significado oculto en los sūtra no fue planteada de una forma tan insistente como lo va a ser ahora. La palabra muestra una cara, se vuelve sospechosa y problemática. Se convierte en un arma de doble filo, algo peligroso que, en las manos de un inexperto, puede tener fatales consecuencias. La palabra necesita ser domada, exxplicada, aclarada. Si la vacuidad no es entendida de forma adecuada arruinará al necio; “Cuando el necio oye la frase: ‘yo no soy, nuca seré, nada me pertenece ahora y nada me pertenecerá nuca’ se aterroriza, mientras que el sabio se mantiene sereno e imperturbable, al margen de todo miedo. […] No comprender claramente la vacuidad podría conducir al desaliento o a la anarquía. Hara falta el  consejo de los expertos a la hora de interpretarla. La autoridad de estos doctores permite la formación de una disciplina que se presenta bajo la forma de una ciencia nueva: la ciencia del “desvelamiento” de los sentidos ocultos de las palabras del Buda, que son más excelsos, más elevados, pero que requieren de una cuidados extracción guiada por manos expertas. La palabra se llena de inquietud: “No es fácil entender plenamente (jñatum) lo que los budas han querido decir con sus declaraciones metafóricas, y por tanto recurriendo  la imparcialidad debes de protegerte a ti mismo (contra las diferentes interpretaciones del dharma) en el único Vehículo o en los Tres Vehículos”.
Otro pasaje (SS: 44), menciona que en cualquier cosa dicha por el Buda subyacen las dos verdades, todo el discurso del Buda tiene dos niveles (o más) [verdad convencional y verdad absoluta], y aunque son difíciles de comprender, es necesario entender toda palabra del Buda de este modo. [...]  La pregunta por el Ser, la cuestión filosófica por excelencia, toma así una forma dialéctica. Esa forma dialéctica es entendida como una vía media. Pero la oposición nunca se deshace, recorrer esta vía media no significa transitar una vereda equidistante entre la existencia con vencional por un lado, y la falta de naturaleza propia de todas las cosas por el otro. Significa recorrer una de las opciones anteriores con la mirada puesta en la otra.
Todo esto no son simplemente palabras, sino que tienen su correlato, y esto es fundamental, en prácticas concretas. Tal como señala, por ejemplo, otro prestigioso estudioso del Budismo Mahayana, 
Edward Conze, en su 
Nota introductoria al Sutra del Corazón y al Sutra del Diamante (E. CONZE,
 I Libri Buddhisti della Sapienza. Il Sutra del Diamante e il Sutra del Cuore, Ubaldini, Roma 1976, p. 16), un texto fundamente estudiado, venerado y respetado por numerosa escuelas Mahayana: 
Cada palabra se refiere a prácticas reales y su puede verificar realmente por cualquiera que se tome la molestia de practicarlas. El discernimiento espiritual, de cualquier manera, […] presupone ciertas cualidades de carácter, una cierta dirección de la voluntad y ciertos hábitos de comportamiento. Allí donde esto está presente, la información intelectual tendrá vida y se inflamará en un estallido de luz. Allí donde no esté, el resultado será aburrimiento y todo parecerá demasiado dificultoso.